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Este blog está dedicado a todos aquellos que disfrutan del séptimo arte, al igual que nosotros. Nuestro objetivo es que al visitar esta página se puedan dar cuenta, rápida y fácilmente, de la forma en que se abordan y desarrollan los temas y del grado de intensidad con que se presentan contenidos críticos como violencia, sexualidad, lenguaje vulgar, etc., de tal modo que ustedes tengan una referencia para evaluar la calidad de las películas que van a ver.

Queremos que ustedes, amantes del cine, puedan valorar el material y los contenidos de las películas para que finalmente hagan su propia elección.

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viernes, 9 de noviembre de 2012

La Vida Después de Lucía



Director: Michel Franco
Intérpretes: Hernán Mendoza, Tessa Ía González Norvind, Gonzalo Vega Sisto y Tamara Yazbek
Año: 2012, Lemon Films/Videocine
Género: Drama
Densidad Contenidos Específicos:  
              Violencia:  Extrema             
    Lenguaje vulgar:  Alto
    Sexo/Desnudos:   Alto
    Vicios y adicciones: Alto
    Temas éticamente conflictivos: Alto

Clasificación en México: B15

Clasificación Cinesíntesis: Mayores de 18 años.

Reseña:
El fallecimiento de una madre de familia deja en sus seres queridos un vacío y un dolor que propician la incomunicación y otras consecuencias desastrosas. 

Lucía muere en un accidente automovilístico y su esposo Roberto (Hernán Mendoza) queda sumido en la depresión. Sin embargo trata de seguir adelante con su vida y, con la finalidad de evitar recuerdos dolorosos, se muda a la ciudad de México llevando consigo a su hija Alejandra (Tessa Ía González Norvind),  de 17 años. En su nueva escuela, la adolescente busca encajar en algún grupo y se involucra con jóvenes que se alcoholizan y fuman mariguana. Cuando una chica del grupo advierte que Alejandra platica con un joven que es su interés amoroso, se desata una serie de agresiones físicas y psicológicas contra la recién llegada.

El director presenta a sus personajes tratando de aparentar situaciones cotidianas de la vida, con escenas silenciosas y  largas tomas, pero lo repetitivo de los abusos y su exageración hacen que se sienta forzada y termina cansando al espectador. 

La cinta estremece al presentar escenas donde adolescentes menores de edad participan en actividades de alcoholismo, drogadicción, sexo, violencia y actitudes humillantes contra una compañera de clases. Por otro lado el público se puede sentir motivado para aprobar los actos de venganza hacia quienes ejercieron el bullying y el ciber-acoso, sin reflexionar en que la mejor manera de eliminar este grave problema es la prevención, así como una preparación adecuada para manejo eficiente de los casos que se presenten. Por el tipo de contenidos no se recomienda para menores de 18 años. (cinesintesis.blogspot.com)



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